La hipocresía del lazo rosa

Hace unas semanas, cuando el mundo se volvió rosa, como cada año, y las empresas, los partidos políticos o cualquiera que tiene algo que vender sacó sus lazos a pasear, tuve una conversación en twitter con una persona que ha sufrido mucho por esta imagen hipócrita que la sociedad disfruta tanto. Una mujer que siente que la idea banalizada y superficial que se nos vende del cancer de mama, está haciendo aun más dura la experiencia para muchas mujeres y sus familias. Le pedí que me lo explicara despacio en un e-mail y me mandó esta desgarrada descripción. Tanto lazo rosa daña y destruye, no dulcifica, no acompaña.

Le he pedido permiso para transcribir aquí su carta, sin apenas cambios, para compartir algo que muchos intuímos: el lacito es marketing puro y las enfermas lo sufren. Su nombre es Olga y pide que comparta su cuenta de twitter por si alguien se quiere dirigir a ella: @fisioORT. Gracias Olga por tu confianza. Espero que la pena se vaya diluyendo, al menos un poco, y se haga soportable.

Aquí está la historia de Olga y de su hermana Marta:

Mi hermana murió hace 11 meses por un cáncer de mama. Fue diagnosticada en diciembre de 2012. Falleció en enero de 2016; 3 años después de la mastectomía (sin afectación ganglionar en principio); 18 meses después del diagnóstico de metástasis. Tres años de pesadilla. Falleció con 42 años.

Durante este tiempo he tenido que sufrir no sólo su enfermedad y su sentencia de muerte, sino también a la gente. Uso «gente» y no «personas» porque me parece que mucha «gente» nunca llega a ser persona. Mucho ponerse lazos… Hipócritas. Mi hermana ha tenido que soportar miradas de asco. Ella misma decía que veía cómo alguna gente la miraba como si tuviese ébola. Una cosa es que te miren con «pena» y otra que lo hagan como queriendo apartarse por si eres contagiosa.

Mira, al principio, cuando te diagnostican, el mensaje que todo el mundo te da como enfermo o familiar de enfermo es «no te preocupes que esto se cura». Claro… se cura… Que se lo digan a mi abuela, que murió por cáncer de mama. ¿Qué pretenden? ¿Que uno no sienta miedo por tener cáncer?. Pues, ¿sabes qué? Que te sientes mal por no ser capaz de sentirte bien «porque el cáncer de mama se cura» y según eso que dice la gente debería estar contenta. Sí, una fiesta. Una fiesta esperar a que llegue el jodido día de la cirugía. Una fiesta cuando sales del quirófano sin una teta siendo joven (39 años). Una fiesta cuando dicen que como tu tumor es muy agresivo te van a poner quimio (realmente esto te tranquiliza porque cuando tienes cáncer quieres que te pongan todo lo que haya, da igual lo que sea).

Pues eso… Que tener cáncer de mama es lo más, porque «se cura».

No te describo el día de ir con ella a por una peluca que le tuve que pagar yo porque ellos no tenían dinero casi ni para comer. Horrible. Lo recuerdo hoy y siento náuseas. Pero en ese momento mi hermana mayor era la «asustada» y a nosotras dos (mi hermana pequeña y yo) nos tocaba hacer de valientes. No sé cómo pude ser valiente. Cómo podía hablarle con calma cuando en realidad me despertaba cada mañana con la angustia del que tiene la guillotina sin saber cuándo caerá ni si lo hará.

Nunca fui optimista. No somos una familia optimista. Y no serlo te hace sentirte culpable porque te dicen que para curarte de un cáncer tienes que ser optimista. Y entonces piensas que si no te has curado es porque eres pesimista.

El puto lazo rosa.

La gente diciendo que con una buena actitud frente a la enfermedad ya tienes casi la curación. La gente no escuchando cuando hablas.. Porque, ¿sabes? ¡Si! La gente te pregunta por cómo estás, pero ¡no quieren oír la respuesta!. Cuando les cuentas la realidad, ¡te la niegan!.

-«Su cáncer es muy agresivo y…»

-«Que no, ya verás… el cáncer de mama se cura».

Y cuando esto te pasa cada maldito día llega el momento en el que cuando te preguntan «qué tal», ya no cuentas la verdad. Dices que bien y se acabó porque tener que oír que te nieguen lo que sientes te hace sentirte abandonado.

Así es como me sentí y como se sentía mi hermana Marta.

Cuando se le diagnóstico la metástasis en el hígado (varios tumores, uno de ellos de 3 cm) la sensación de incomprensión llegó a un limite inimaginable.

-¿qué tal estás?

– mal, el tumor se ha extendido por todo el hígado y ya no hay cura. Como mucho son 6 años de vida.

– que va, mujer… El cáncer de mama se cura. Mi prima lo tuvo y se curó.

Y te entran ganas de matar.

En esta sociedad del lazo rosa, en la piscina municipal  la socorrista se acercó a mi hermana que estaba metida en la piscina con su hijo de 5 años (los menores sólo pueden bañarse acompañados de un adulto) y le dijo que tenía que salir, que con pañuelo en la cabeza no puede uno meterse en la piscina. «Verá, es un pañuelo de quimioterapia…». «No. Lo siento. No puede bañarse» Le hizo llorar. Mi hermana puso una queja en el polideportivo y el concejal de Deportes lo solucionó: podía volver cuando quisiera y bañarse. Que disculpase a la socorrista. Pues no. Yo no le disculpo. No puedo.

Te han dicho que te mueres, que la quimio no está funcionando. Ninguna funciona. Que tampoco eres apta para los ensayos que se están realizando. Tu tumor ha ido mutando y ya no hay nada más que probar. Intentas llevar una vida lo más normal que puedes (si es que eso es posible) y no te dejan porque en la piscina no puedes meterte con un pañuelo de quimio. Eso sí… luego me pongo un lazo rosa y corro en la carrera de la mujer, pero en esta piscina no te bañas hoy y hago que todos los que te rodean contemplen la escena y te compadezcan. Y tú te vas llorando a tu casa con tu hijo.

No, no disculparé nunca a aquella socorrista. Tampoco perdonaré a aquella enfermera que por llegar 5 minutos antes de la hora de cierre de la sala de analíticas en donde te sacan la sangre del reservorio se puso a gritarle y también le hizo llorar de impotencia.

No perdono a ninguna de las gentes que en estos 3 años nos hicieron sentirnos unas exageradas, unas quejicas… Porque así es como acabas sintiéndote. Todo va cada vez peor, pero mejor no lo cuentes porque quien escucha tenderá a minimizar lo que cuentas. Acabas callando. Te lo comes tú solito. Estás sólo. Pero el espectáculo rosa continúa.

Y acaba muerta y todavía hay a quienes les pilla por sorpresa porque «el cáncer de mama se cura». Van al tanatorio y te dan ganas de echarles de allí.

Porque cuando uno tiene cáncer lo único que pide es empatía, acompañamiento, ESCUCHA.

A todo esto yo le tuve que sumar mi ámbito laboral. Con una jefa/compañera que se pasó  tres años diciéndome que el cáncer se lo produce uno mismo por tener conflictos emocionales no resueltos. Que si mi hermana no se curó fue porque no supo resolverlos y «así normal que la quimioterapia no funcionase». Y me callé. Me lo tragué.

Tuve que escuchar también, tras contarle mi angustia por este tema y otros, que me dijese que soy oscuridad y que la oscuridad atrae oscuridad y que si no fuese por el trabajo en su clínica yo ya me habría suicidado. No sabes cómo, cuando estás en una situación de horror y desesperanza así, estas palabras pueden herirte para siempre. A las pocas semanas de morir Marta mi jefa volvió a decirlo: «no se curó porque tenía problemas con su marido». Me tragué muchas veces las ganas de mandarle a tomar por el culo porque si lo hubiera hecho quizás me hubiera despedido. Luego lo hizo.

Después de una vida muy difícil, estos 3 años de enfermedad de mi hermana han sido algo que ya no sé ni cómo definir. Desinflada y a la deriva. En parte me da todo igual ya. No sé.

Y volviendo a lo rosa del cáncer de mama. Lo que he aprendido es que somos gilipollas. Sociedad de hipócritas. ¿De qué cojones vale toda la parafernalia rosa si luego nadie quiere estar al lado del enfermo?… si nadie quiere escuchar y acompañarte… si nadie quiere asimilar junto a ti el trago de saber que a veces no hay cura. A quienes no lo superamos (enfermos y familiares) escuchar cada dos por tres que «el cáncer de mama se cura» nos hace sentirnos perdedores. Es como si fueras excluído. Silenciado. «No vengas a jodernos el eslogan». ¿Por qué yo no me curo?. ¿Por qué me tocó a mi ser el 15% que no lo supera?. Si hice todo lo que me dijeron los médicos… Será que no fui optimista.

cancer-mama

60 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Ivelisse Báez dice:

    Bendiciones, respeto a Olga, pero todos sabemos que unos se curan otros no, que el color Rosa es para animar, que debemos confiar en Dios.
    Que el tiene el control y estar en paz.

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  2. Joaquin Irigoyen dice:

    El lazo rosa choca con las dificultades que encuentran muchas mujeres para conseguir que les hagan una mamografía.

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  3. APE dice:

    La violencia de la cultura rosa: » Este texto analiza cómo, de formas sutiles y no tan sutiles, la ‘cultura del lazo rosa’ y las campañas que se realizan en nombre de la concienciación sobre el cáncer de mama infantilizan a las mujeres, sexualizan sus cuerpos, trivializan la enfermedad y aportan una información sesgada.
    https://www.elsaltodiario.com/hemeroteca-diagonal/la-violencia-de-la-cultura-rosa

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  4. eskaly dice:

    Con tu permiso lo comparto amiga

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  5. Marta dice:

    La historia de Olga y Marta me ha dejado echa polvo. y como leo en algunos comentarios, el optimismo no cura pero a algunas nos ayuda a sobrellevarlo un poco mejor. Yo tampoco me considero una persona optimista por naturaleza pero dejarme llevar por la depresión no me ayuda tampoco.
    Tuve mi primer cáncer de mama hace 5 años. Me libré de la quimio pero sí tuve radio. Además he estado en tratamiento hormonal (tamoxifeno) durante esto 5 años, para que, al final, cuando se cumplían los 5 años exactos de mi operación, me diagnosticasen otro cáncer de mama, esta vez en el otro pecho. Entonces nuevas pruebas, análisis genéticos, biopsias, etc.
    La recomendación de los médicos es mastectomía bilateral, así que tras pensármelo unos días, adelante, ¡todo fuera! y entonces la gente te empieza a decir tonterías tales como que me van a reconstruir el pecho y me va a quedar perfecto, como a los 20 años. ¿perdona???? ¿De verdad la gente piensa que con semejante estupidez te va a animar?
    Ahora estoy en el proceso de reconstrucción que no es un paseo por las nubes, aunque, por supuesto, no se puede comparar al sufrimiento de la radio o de la quimio. Además esta vez también tendré tratamiento hormonal durante 5 años, además de una inyecciones trimestrales, ambos medicamentos tienen unos efectos secundarios que producen pesadillas, pero a mis preguntas y preocupaciones, algunos médicos responden que es mi decisión seguir el tratamiento o no. ¡así de fácil! Pero, gracias a Dios, otros médicos con algo más de empatía han sabido responder a mis dudas y dar sus recomendaciones con un toque más humano.
    Así que como en todos los ámbitos de la vida, una se encuentra de todo, gente que te ayuda, gente que dice tonterías (eso sí, con buena intención), gente que te recomienda curas a base de limones y hierbas mágicas, profesionales a los que no se debería admitir en la carrera de medicina y a otros que son lo mejor que uno puede encontrarse en estos momentos.
    Y el lazo rosa…pues ¡qué os voy a decir! habrá gente que lo lleve para quedar bien pero otras lo llevaremos para decirle a todo el mundo ¡Aquí estoy! ¡Aquí sigo!
    El cáncer es una epidemia y puede afectar a cualquiera pero vivirlo en compañía es mejor y creo que compartir nuestras experiencias, buenas y malas, puede ayudar un poquito a los que estén luchando en estos momentos. Un beso a tod@s. A l@s que siguen y a l@s que ya nos han dejado.

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  6. Adriana Burgos dice:

    Considero que hay mucho rencor en esta historia … dolor ,amargura y quizá odio .
    Tengo 42 años y cáncer de mama hormonal y difiero de muchas cosas que están escritas aquí, el lazo rosa solo identifica , en fin no estoy de acuerdo

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  7. Carmina dice:

    Que esperas de la gente? No es por el cancer, son asi en todo. Si estas enfermo, eres debil, te apartan, no gustas.
    Ellos solo quieren oir frases d mr wonderful y publicar mierdas en facebook. Lo q es empatizar les da igual. Es una sociedad de mierda, hasta q les toca a ellos sufrir y ser expulsados de su propio «paraíso de superficialidad y chabacaneria. Ojo q tb hay buenas gentes q dicen esos comentarios con la intencion d animar, desde su limitada inteligencia claro.
    Hay q juntarse con quien se lo merece. Ni caso a la gente sunbnormal, q recordemos q lo es ante cualquier circunstancia no solo ante esto.
    La gente es tonta y la inteligencia media muy baja, y siempre fue asi.

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  8. Yomisma dice:

    Aunque la carta está escrita desde el dolor y el desamparo, hay verdades como puños en ella…
    El 21 de septiembre hizo un año de mi diagnóstico de cáncer de mama. He pasado por cirugía, radioterapia y ahora lidio con la hormonoterapia. Los tratamientos, pasados y actuales me han convertido en una mera sombra de lo que fuí y mi día a día es un calvario de dolor producido por la castración química… Y eso son cinco años.
    Al principio, la gente parecía interesarse… Pero ese interés se fue diluyendo con el paso del tiempo y de las quimioterapias, a las que por cierto, iba yo sola. Mi marido trabaja y yo me he encargado y me encargo de todo, aún cuando tengo un brazo (el izquierdo y soy zurda…) que apenas puedo levantar o cuando vomitaba hasta el agua, porque no conseguía retener nada en la primera quimio, hasta que llegó el bendito Granisetrón.
    Yo he lidiado con todo… Y lo he hecho desde la más absoluta soledad. Y no, no soy una maldita heroína… Soy una mujer acojonada y deshecha por unos tratamientos que para la mayoría parecen ser graves sólo en el momento en que te los ponen. De las secuelas mejor no hablamos. Ni del miedo. Ni de la indefensión. Ni de no saber si el año que viene estarás en este mundo. De esas cosas no se hablan. Y yo soy de las que siempre he tenido una sonrisa y me he reído hasta de mí misma y de situaciones muy, pero que muy surrealistas que le ocurren a uno cuando pasan estas cosas.
    Una de mis tías, muy mística ella, me ha hablado desde el principio de cosas como esa que se comenta en la carta: el cáncer nos lo producimos nosotros, porque tenemos muchas «malas energías». Por supuesto, con buen rollito se cura. Paz, amor y Plus p’al salón es todo lo que se necesita, vaya… Y la S.S. pagando quimios, hay que ver. Y la cara que se le queda a uno cuando oyes semejantes lindezas por teléfono, porque claro, ni viene a verte, ni te acompaña a la quimio porque las «malas energías» la hacen sentirse enferma. Tócatelos.
    Me han dicho de curármelo con limones… Sí, señores, LIMONES. Con guanábana, con no se qué de no sé donde, porque todo el mundo sabe más que el señor de bata blanca que me atendía, el oncólogo…
    La gente dice muchas, pero MUCHAS gilipolleces y realmente, si me las hubiera tomado en serio, me hubiera amargado la existencia. Pero no… Les sonreía, les agradecía el consejo y aquí paz y en cielo, gloria. Y ellos que se iban felices…
    Debo decir que yo nunca me encontré con una mirada de asco, aunque tampoco es que me fijase en si la gente me miraba. Yo iba con mis pañuelos moteros y de calaveras y al que no le gustasen, que no mirase. Pero sí que me encontré en varias ocasiones con un autobús abarrotado, gente de pie por todos lados y el asiento a mi lado vacío… No me preguntéis por qué, si es que no querían molestar o qué sabe uno, pero eso me pasó varias veces. ¿Qué hacía? Sonreír interiormente de forma socarrona antes las curiosidades de la psicología humana e ir muy cómoda en el autobús… Lo demás no valía la pena.

    El lazo rosa… El año pasado ya me bombardearon el WhatsApp con chorradas y este año igual. Yo el 19 de octubre me enervo. Una cosa es visibilidad y otra, vivir en el país de las gominolas y las piruletas…
    A esas personas te daban ganas de decirles «Coño, si tanto te gusta el lacito rosa y apoyas el tema, ¿como es que no te ofreciste nunca para echarme una mano, aunque fuese para ir al super? ¿Como es que nunca preguntaste que tal estaba?» y otras cosas por el estilo, pero… ¿para qué? La mayoría se darán una palmada en el pecho, orgullosos por haber compartido la imagen de un par de guantes rosas en WhatsApp.
    Por cierto… No, no somos luchadoras. Ni guerreras. Dejad de tratarnos como si fuésemos gilipollas. Cuando te diagnostican un cáncer, pones tu vida (literalmente) en las manos de los médicos. Ellos saben lo que hacen. Tú sólo lo intuyes y te dejas hacer. No se puede luchar contra lo que no hay manera de controlar…
    Si con luchar se refieren a seguir adelante cuando estás muriéndote de dolor, vomitando hasta el alma y convertida en un guiñapo, eso no es lucha. Es supervivencia. Es dejar que el tiempo pase y avanzar un día en un calendario de quimioterapia, que significa un día menos. Aunque piensas que el tormento se acaba… y no es así. La otra opción a la resignación de tu nuevo día a día es… una que a mí de momento no me apetece tomar.

    Pero también he de decir que me he encontrado con gente maravillosa en este camino de mierda.
    Me he encontrado con una dependienta en una óptica a la que fui a renovar mis gafas (que al final no renové porque mi vista se fue al garete con la quimio y no valía la pena) con la que, después de hablar unos minutos, descubres que ella también tiene cáncer y te encuentras frente a una chica muy asustada a la que acaban escapádosele las lágrimas.
    Me he encontrado con personas en el Hospital de Día que son auténticas joyas, tanto profesionales como «compis de sillón», con las que acabé teniendo incluso amistad. Con un personal de enfermería que, aún estando desbordado, SIEMPRE tenía una palabra amable y una sonrisa. Con unos auxiliares, celadores, personal de limpieza maravillosos.
    Me he encontrado con un cirujano que me hizo reír a carcajadas, mientras yo estaba botada en pelotas sobre la mesa de un quirófano gigantesco, pasando el mayor miedo de mi vida.
    He conocido gente maravillosa y he desconocido a gente que creía conocer y de las que sólo me he llevado una decepción.

    Lo siento por Olga y por Marta… Lo siento por todas y cada una de las personas que tienen que pasar por ese trance. Lo siento por mí.
    Entiendo ese sentimiento de indefensión. Estamos en el mismo barco. A la deriva…

    P.D.: mientras escribo esto, tengo en mi mano una chocolatina «vestida de rosa» que me han regalado en un stand… Ver lazos rosas en el chocolate, alimento que los oncólogos desaconsejan. El colmo de la hipocresía.
    Si queréis ayudar, preguntadle al enfermo si necesita que le echen una mano. Si necesita que le lleven a algún lado. Si le hace falta dinero, porque la enfermedad te lleva a la ruina. Si necesita hablar. En definitiva, escuchadle e intentad poneros en su situación… que nunca sabes las vueltas que da la vida y si un día, serás tú el que lo necesite.
    Y menos lacitos rosas que no se sienten de verdad…

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    1. Que fuerte… :S

      Realmente este día del lazo rosa está mal enfocado.

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  9. Pazziencia dice:

    Creo que desde hace dos años, que leo este post.. porque busco en google.. odio el lazo rosa o similares..fui diagnosticada en enero de 2015, y estoy bien, todas las revisiones salen perfectas.. pero hoy escribía..

    Hoy es un día especialmente doloroso no porque me pase nada más que otros días, pero pasa que me indigna el engaño, la falsedad y la cara dura, hoy que es el día de apoyo del cáncer de mama , hoy toca ver como empresas que despiden a trabajadoras que han tenido cáncer de mama, antes de que les den el alta y crucen esa frontera en la que ya es más difícil de que vuelva, llenan las redes sociales de lazos y apoyos, a esos… hoy igual toca callarse.

    Pasa que la gente llena de lazos rosas las redes, pero no visitan ni prestan apoyo a personas que tienen cerca.. pasa que nadie se preocupa.. de todas las secuelas que deja la quimio.. se creen que con decir.. es que eres una luchadora, que valiente.. campeones oe oe oe… eso sirve de algo

    A mi me gustaría leer hoy… en lugar de cada lazo.. que alguien haga algo «lo que sea» por una persona en concreto que tiene o ha tenido cáncer, algo tan fácil como escuchar, no digo «animar», ni tonterías de esas.. digo escuchar..

    Me duele y me duele por tantos y tantas.. por todas las que con su manguito siguen fregando

    En fin.. hasta el año que viene!!!

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    1. Pazziencia dice:

      Aquí estoy el años siguiente, volviendo a leer lo mismo, el rincón donde me cobijo el día de los lazos rosas… si todo lo que se gastan en estas campañas, una parte fuese para ayudar a una mujer que con la quimio quedó con la boca destrozada, a las que no pueden pagarse la crema de la radio que ya no entra por los recortes .

      Un abrazo a todos lo que pasáis en días como hoy por aqui!!

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      1. Mucho ánimo, sigamos en esta lucha. Mi viñeta de hoy en Acta sanitaria va en ese mismo camino!! Te la dedico
        https://www.actasanitaria.com/lacitos-rosas-thinkbeforeyoupink/

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  10. Bea dice:

    Te comprendo a la perfección. Yo fui diagnosticada de cáncer de mama metastásico en huesos a los 19 años (me noté el bulto con 18, a dos días de cumplir los 19 y después de muchos meses encontrándome mal y que mi médico de cabecera no me hiciera ni puñetero caso). En estos años la verdad es que me he topado con personas de todo tipo, pero sobre todo con comentarios totalmente tan fuera de lugar, que la rabia contenida ha sido bestial. Me han llegado a decir que «por ser joven esto no es nada, que peor es cuando se es mayor»; que «es que parece que sólo tú puedes estar enferma»; el hablar con alguien de lo que tienes con metástasis y decirte «es que tienes que avanzar, que eso ya es pasado, por qué eso de metástasis qué es?». Es decir, la gente no tiene ni idea de lo que hay y encima de todo les gusta afirmar con rotundidad. ¿Se puede ser más imbécil? Luego está lo que dices, cuando te preguntan y en verdad no quieren saber nada, pues no escuchan y siempre están con lo mismo «el cáncer de mama hoy en día no es nada, eso se cura», y se quedan tan panchos. A veces me he sentido hasta mala persona por pensar «os tendría que tocar a vosotros en vuestras propias carnes y en tal estadio, a ver si diríais lo mismo», pero es que es así, las cosas no se comprenden si no las vives, ni tan siquiera la familia. Porque vale, hay miembros que se implican y mucho (en mi caso sólo mi madre, los demás lo han tratado siempre como si no fuera nada… con decirte que hasta mi propio hermano me llamó enferma a modo despectivo por reprocharle que sólo me buscara cuando quería algo y jamás para preguntarme «cómo estoy», con eso te lo digo todo), pero hay otros que lo único que hacen es envenenarte por dentro.

    En definitiva y después de escribirte todo este tocho (imagino que por encontrar a alguien que en verdad comprenda lo que hay en este mundillo del cáncer), te entiendo. Siento lo de tu hermana, pues la vida tiene cosas que no son justas y menos a esa edad en la que partió.

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    1. Consuelo Fernandez Espinosa dice:

      Comprendo vuestra indignación con todo lo ocurrido a u hermana pero, cuando, como voluntaria de cuidados paliativos, acompaño a algun enfermo de tan terrible enfermedad, lo que intento es que esa persona pueda expresar lo que siente y piensa y no se me ha ocurrido nunca (llevo 20 años de voluntaria) decir algo como cuentas a nadie. Comprendo la impotencia y el dolor del enfermo y en cuanto al lazo rosa es solo una manera de dar visibililidad
      i

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      1. yoi dice:

        pero algún problema con el lazo rosa hay. Da una sensación de falsa seguridad, hay cánceres de mama que son difíciles de detectar con mamo y eco y en general son muy agresivos. Si te toca uno de esos, la gente te responsabiliza: «pero como?» «no te hacías los controles?» Te da ganas de responderles: «Por qué no te vas a la mierda? SIEMPRE me hice los controles de rigor y el autoexamen mensual» Yo creo que se sorprenden y te preguntan eso porque en un punto la campaña de lazo rosa desinforma. Es una campaña de mierda. Desinforma a la mayoría y por ende condena a los que no entran en la «feliz y optimista» situación de detección precoz que pregonan (a veces los métodos de screening no son eficaces y a veces detección temprana no garantiza que te cures).
        Esta muy bien hacerse los controles recomendados en tiempo y forma, se salvan vidas. Pero déjense de joder pintando un «mundo feliz» con el lacito de mierda, porque la gente termina convencida de que si te controlás te vas a salvar y si no lo lográs seguro es tu culpa porque no te cuidaste o tenías complejo psicológico de no se qué.
        Y también está la otra:»te agarraste cancer por tu culpa, por tus emociones, jodete hubieras ido al psicólogo antes ( así me contestaron a mí una vez) «

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    2. Te mando un abrazo muy fuerte, Bea. He vuelto a la entrada del blog de Mónica 3 años después de escribirlo y leo vuestros mensajes… y sólo deseo que aún estéis aquí.

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  11. Rodrigo dice:

    Entiendo qie Olga habla desde el dolor y esta carta no tiene mucho de real, mas qie todo es donde eligió descargarse su tristeza y bronca, se nota por el uso de insultos y generalizaciones, lo del optimismo es una verdad, el cancer empeora si te pones depresiva y pensando que te vas a morir, ello no quiere decir que si sos optimista te vas a curar, nadie dice eso jamás, pero va a ser mas llevadero y vas a poder hacerle frente a la quimio, a Olga le preguntaría ie prefería su hermana oir? «Tranquila, es curable, ponele ganas» o «mira que tenes los dias contados, mejor aprobechalos, tic tac, tic tac» seguro lobque dicen la primera lo hacen con la intencion de mejorar el animo del paciente, lo de las miradas malas y eso puede ser paranoia, suele pasar mucho (mi madre qie empezó el tratamiento hace 3 meses lo sufre), pero ahi lo mejor es darle fuerzas y no empezar una guerra interna contra todos, no sos la heroina y los demas villanos

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    1. Lo que escribí son muchos de los pensamientos de mi hermana. Pero es mejor ignorar los sentimientos de los enfermos, como es de costumbre. Y no, ser optimista no te cura. Una persona con cáncer tiene derecho a sentirse mal, a sentir miedo. Y no voy a tolerar más que nadie insinúe que quienes hemos perdido a alguien hablamos desde el rencor. ¿Sólo sirve entonces lo que dicen quienes sobreviven?. Silenciar al que sufre, eso es lo que hace esta sociedad y usted con su comentario.

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  12. una anjana dice:

    Yo pensaba que era un bicho muy raro porque el día del lazo rosa me da náuseas… Pero no me daba hasta el momento del diagnóstico de mi mejor amiga, que tenía 34 años. Entonces ya, recién diagnosticada, me sentó fatal la marea rosa, y eso que participé. Pero la encontraba desajustada de la realidad. Todo el mundo sonreía y yo sólo tenía ganas de llorar, y estaba aterrada, así que pensaba que mi amiga tenía que estar aterrada a la enésima potencia. Y eso me daba más ganas de llorar. 9meses de calvario después, ella falleció. Y yo no puedo encontrarle sentido aún al lazo rosa, ni a la marea rosa, ni a las miles de sonrisas que salen en las fotos rosas. No pude poner una sonrisa en nigún momento de su enfermedad. Y ahora me cuesta mucho ponerla porque todo lo que yo disfruto me parece casi pecado, porque alguien se lo ha arrebatado a ella, y se está perdiendo miles de cosas, y no encuentro la razón, y sus hijas no tienen madre, su marido no tiene mujer, sus padres no tienen hija, su hermana no tiene fiel hermana…. Pero sobre todo ella no tiene nada. Y el lazo rosa no sirve de nada, ni siquiera de consuelo, casi al contrario… Cuando todo pinta fatal, el lazo rosa, que siempre es símbolo de lucha y superación, provoca urticaria. Y resulta que en el cáncer muchas veces todo pinta muy muy mal.

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  13. Jose, desde el SERGAS dice:

    Entiendo el malestar de la paciente y de su familia. Tal vez deberíamos repasar un poco nosotros, los médicos también, qué informaciones transmitimos a la sociedad. Ese mensaje de «el cáncer de mama se cura» ha salido de nosotros y ha arraigado profundamente en una sociedad que no sabe ni de medicina, ni de anatomía patológica, ni de estadística. Porque por un lado es verdad, si lo matizamos: «Un alto porcentaje de cánceres de mama, dependiendo de su tipo histológico, agresividad y estadio al diagnóstico, son curables». El primer error es ya hablar de «cáncer» como si fuera todo uno, y no de «cánceres», porque bajo el mismo nombre se esconden procesos muy distintos y con diferentes pronósticos. Y luego el error es olvidar que la estadística es una verdad general pero una mentira particular. No le sirve de nada a un paciente que «el 90% de los cánceres de mama se curan» si el suyo está en el 10% malo. Pero la prensa está llena de titulares sensacionalistas anunciando la curación de este o aquel cáncer, medicamentos milagrosos, cirugías revolucionarias… Que son poco menos que experimentales, demasiado caras para tener aplicación diaria o sólo afectan a patologías muy específicas. En general el periodista busca el titular impactante, aunque luego si te molestas en leer el texto, las esperanzas suelen desinflarse. Esto ocurre en casi todas las ciencias: nos anuncian como conseguidos avances tecnológicos que aún están gateando fuera del laboratorio, no comunican que casi hemos contactado con E.T. porque en sabe Dios qué planeta perdido a cientos de años luz han detectado agua que podría estar en estado líquido, o anuncian que casi nos borra del universo un asteroide que ha pasado a miles de kilómetros de distancia y nunca supuso un peligro. Pero claro, eso no es como dar titulares engañosos en medicina: la gente se los cree y luego si se ven afectados los recuerdan y los aplican, ya sea reclamando en la consulta ese tratamiento para su enfermedad sobre el que leyó en el ABC hace unos años (y que nosotros sabemos que al final no llegó a demostrar eficacia, pero eso no fue titular en el ABC) o como en el caso de esta pobre paciente, se quedan con el mantra de que «el cáncer de mama se cura», olvidando que aún quedan demasiados casos en los que no podemos hacer nada más que luchar primero con todo lo que tenemos, y finalmente paliar lo que podamos el sufrimiento.
    Lamento mucho todo por lo que ha tenido que pasar esa paciente y su familia. Esperemos que en unas décadas ese mantra que les repitieron sea verdad, por fin, o al menos, más cierto que hoy.
    Eso sí, lo del lazo rosa es absurdo mientras el gasto en sanidad cae, se intentan restringir estudios y tratamientos, y se torpedea la investigación. No quiero lazos rosas, quiero medios económicos, materiales y humanos.

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    1. yoi dice:

      Excelente comentario.

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  14. tamtopic dice:

    No puedo estar más de acuerdo con esta mujer. Por desgracia también he vivido una situación muy similar y ta das cuenta q hay mucha «gente» y pocas personas .

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  15. Pamela Ortiz dice:

    Cieerto desde la primera hasta la última letra. Es muy difícil lidiar con el cáncer cada persona es un mundo. Pero lo peor que puedes hacer es decirles que es por conflictos no resuelto o makas vibras. Difícil. Y es cierto hay personas que te niegan tu derecho a quejarte y minimizan lo que sientes. O te dicen como debes de sentirte.

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  16. LaGataNegra dice:

    Puedo comprender esta carta, escrita desde la desazón absoluta, pero no la comparto y estoy convencida de que con el tiempo Olga también cambiará su punto de vista.
    En primer lugar siento mucho lo que te ha tocado vivir. Te mando un abrazo muy fuerte de corazón, aunque soy consciente de que muy a mi pesar no ayudará mucho.
    La «gente» no es perfecta. Ante esas situaciones a veces no sabe qué decir, cómo consolar. Lo hacen lo mejor que pueden y saben. La «gente» normalmente no ha hecho un máster de psicología, y sí, son torpes y estúpidos.

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  17. Raquel dice:

    Sin palabras. Verdades como puños. Todo mi apoyo.

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  18. Gloria dice:

    No se que decir. Me he quedado sin palabras. A mi tambien me parece el tema del lazo rosa una hipocresia, pero no se puede decir porque eres insolidaria. Y he llorado al recordar el «episodio»de la piscina. A mi tambien me echaron de una por ir con camiseta y pantalon corto porque no puedo tomar el sol por un carcinoma que tuve. Pase tantiiiiisima vergüenza que me fui corriendo con mis hijos sin protestar. En cuanto a empatia 0, en vez de preguntarme como estaba, la gente me enseñaba sus lunares para ver que me parecian!!!!! Te lo cuento para que te sientas, aunque sea un poco, acompañada. Siento mucho lo ocurrido y os mando un abrazo muy fuerte.

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  19. Marta Santana dice:

    Llego un poco tarde, pero también me gustaría comentarte. Mi padre falleció hace 14 meses, durante unas vacaciones familiares, por un linfoma fulminante (10 días duró, con cirugía «a vida o muerte» incluida). Pasamos por el trance de incinerarlo y volar de vuelta a casa durante 12 horas con una urna de cenizas , lo que nos quedó de nuestro padre (57 años tenía). Hace poco, escribí en mi Facebook personal algo parecido a lo que tu denuncias : el «tu padre quiere que sigas adelante», «ahora la vida sigue» , «mejor que fuera rápido» y un largo etc de comentarios de mierda (con perdón), con lo fácil que es decir : «imagino lo que estás pasando, te mando mucho ánimo». A veces me ha reconfortado una simple mirada, sin ningún comentario de relleno de esos que se ha inventado esta sociedad para evitar las emociones. Y la triste realidad que nadie quiere oír es la siguiente: mi vida sigue, sí señor, encuentro ratos plenos y felices, por supuesto. Pero queda dentro una desazón, un roto que escuece en todo momento, un nudo en la garganta, un miedo a que cualquier cosa te recuerde a él y derrumbarte….Me molesta no poderlo expresar, ni siquiera insinuarlo, porque sólo recibo miradas incómodas y cambios de tema.
    Mi mejor amiga de siempre no se acercó al funeral de mi padre, y al día siguiente de enterrarlo me invitó a una fiesta tipo «tupper sex» en su casa para que, palabras literales, «desconectara un poquito». Desconectara. De la muerte de mi padre, trágica, inesperada, en otro país. Lo que tú dices. Basta de lazos rosas, de pseudociencia y de sonrisas forzadas. Hay momentos malos en la vida, pero aunque los enfrentemos con optimismo necesitamos una mano firme que no niegue la realidad, sino que nos de fuerza para enfrentarla.

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  20. Cogotillo sepsi dice:

    No comparto tu carta en absoluto. Las generalizaciones nunca son buenas. Se disculpa porque está escrita desde la pena y el sufrimiento, pero si sólo te fijas en las cosas negativas el sufrimiento se multiplica. Estoy seguro que tanto tu hermana como tú habréis dado con personas maravillosas en todo este calvario, y esas personas realmente merecerían más una carta que las que mencionas. Ánimo en cualquier caso y siento mucho el triste desenlace de tu hermana.

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  21. Qué duro y qué real. Gracias. Gracias. Gracias. Gracias.

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  22. Bgo Bugallo dice:

    Te dejo un enlace a un artículo sobre economía que se puede aplicar perfectamente aquí:
    http://www.monbiot.com/2011/11/07/the-self-attribution-fallacy/
    Gracias por escribirlo y llevar la contraría en esta sociedad del «sonríe o muere».
    http://www.sinpermiso.info/textos/sonre-o-muere-entrevista

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  23. Tanta estupidez, tanta tontería. «Sonríe y la vida te sonreirá». Claro, eso si tienes salud y dinero. Muchos estamos ya hartos de esta gilipollez de que si las cosas te van mal, la culpa es de tu actitud. Supongo que toda la gente que tiene que soportar una guerra, la muerte de sus hijos, el hambre, la miseria es por su culpa, por no «sonreir» lo suficiente. Estemos muy locos y somos muy, pero que muy imbéciles e insolidarios.

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  24. fisioort dice:

    Por lo que he leído y me han dicho psicólogos, el «no te preocupes” lo que esconde es una incapacidad de mucha gente para gestionar ellos mismos la gravedad de algo (y por tanto con esa frase se mantienen alejados y en su zona de seguridad en la que la gente joven o cercana no enferma ni muere). Es un mecanismo de supervivencia o algo así. Quizás el mensaje del lazo rosa se ha terminado prostituyendo. Esta campaña, que creo que debería estar enfocada hacia el diagnóstico precoz, hacia el “explórate el pecho cada mes y acude al médico si detectas algo extraño” y hacia cómo ayudar realmente a alguien con cáncer, cómo hablarle, qué decirle, qué NO DECIRLE, etc.. se ha terminado convirtiendo en una campaña para quitarle importancia a algo que la tiene.
    Todo el mundo se preocupa por una gotera que tiene en casa pero los enfermos de cáncer de mama (u otros) no debemos preocuparnos por la enfermedad. ¿En serio os parece esto sano?. La inhibición y censura de los sentimientos negativos a toda costa NO ES SANO.
    ¿Por qué hay que ser optimista rozando en lo enfermizo y no ser, simplemente, realistas?.

    Tras leer algunos comentarios ya tengo un diagnóstico para mi «problema»: he escrito esta carta porque estoy dolida (¿?); porque “hay personas que según se levantan ya están buscando algo contra lo que ir” (esa soy yo, saludos). Imagino entonces que estos 4 años de nuestras vidas deberían haber sido los mejores y que no debería sentirme dolida por nada de nada, no siquiera por lo de la socorrista ni por lo de mi jefa diciendo eso. En fin… Que siento si a alguien le jodió mi carta, pero lo que refleja es mi vivencia y la de mi hermana mayor, mi hermana pequeña y mi madre. Y no me la va a discutir nadie. Faltaría más!

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    1. Jng dice:

      Por qué hay que ser optimista rozando en lo enfermizo y no ser, simplemente, realistas?.

      Muy aencillo a esta sociedad no le importa como estes ni como te sientas.

      Que un paciente este contento esta bien, pero no se puede ni se debe forzar una falsa ¿alegria?, por que si bien el paciente tiene derecho a Reir a jugar a las cartas o lo que sea, tambien tiene todo el derecho a estar triste a llorar a tener mala cara etc aunque eso desagrade a otros…

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  25. Gracias Mónica por sacar este tema y a ti Olga por compartir tu historia. Me parece muy importante recordar que ese discurso triunfalista de «ser positivo es lo que cura» (el cancer y otras muchas cosas, depende del día que toque) es una arma de doble filo. Reducir algo tan complicado como un cancer «a a+b=c» da pie a esto que Olga dice: entonces, si no me curo, es porque no he sido lo suficientemente positiva, luchadora, optimista etc. Es inadmisible que el discurso en el ambiente responsabilice al enferm@, incluso le culpabilice, de estar mal, de sufrir, de morirse. Lo dicho, gracias por hacernos pensar en esto. Ahora nos toca a nosotros ser más conscientes, cautos y cortos en palabras cuando tratemos con alguien que esté viviendo el cancer de cerca.

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  26. Rosario Osorio dice:

    ¡Qué barbaridad más grande es convertir a alguien en responsable de su propia enfermedad! En este mundo en el que vivimos se valora la valentía, la dureza y la fuerza de voluntad hasta límites que llegan al absurdo. Hay que ser un luchador incansable, un optimista empedernido, un profeta del «espíritu positivo». Y quien no supera cualquier problema o sufrimiento, por grave que sea, es un mediocre, un acomplejado o un fracasado. No hay lugar para la compasión ni para el cariño. Los débiles mueren o fracasan porque no se han esforzado lo suficiente. Porque no merecen sobrevivir. El mundo se ha hecho para los fuertes. Con la pobreza pasa lo mismo: nos dicen a menudo que, quien la padece, también es culpable de su mala situación, y que el estado no debe gastar ni un duro en aliviar esa pobreza. Es una auténtica barbaridad, pero cada vez la escuchamos más en muchos medios de comunicación. Pero bajo esa capa de autocomplacencia creo que la sociedad en la que vivimos es mucho más débil de lo que admite: en ninguna otra época de la historia la gente ha sentido tanto miedo hacia la muerte y el sufrimiento como se siente ahora. Creo que somos un reflejo invertido de lo que creemos ser. Sólo puedo decirle que lamento mucho la muerte de su hermana y el dolor de toda la familia.

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    1. fisioort dice:

      Muy cierto. Filosofía del Mr Wonderful.

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  27. María del Pilar Méndez Polanco dice:

    «…el cáncer se lo produce uno mismo por tener conflictos emocionales no resueltos. Que si mi hermana no se curó fue porque no supo resolverlos y “así normal que la quimioterapia no funcionase”. Triste el pensamiento de mucha gente es este que acabas de comentar. Si bien el estrés secundario a muchas situaciones entre ellas el estado de ánimo altera el sistema inmunológico , no vas a curarte por sonreír . Así como la prevención o detección temprana como sucede en el cáncer cervicouterino, no existe como tal; debuta como cáncer con sus agravantes como el tamaño , el tipo , el grado de diferenciación, etc , y de ahí «p’al real» y solo el los casos más afortunados permaneces libre de enfermedad por muchos años o quizá tengas la cura esperada. Ese lazo rosa es para hacer conciencia de que no es cuestión de conflictos no resueltos hasta la gente más feliz puede tener cáncer de mama y no pensar jamás que «a mí no me va a pasar»

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  28. cele dice:

    Bueno ante todo mis condolencias. Unas líneas para darte ánimo. Es cierto que vivimos en una sociedad deshumanizada y egoísta. Pero también hay personas que tratan de empatizar o acompañar lo mejor que saben. Y muchos mejor que se callen o no participen es «una cagada». En mi caso mi mujer falleció hace 4 meses. A los 46 años, después de 8 años de lucha, con metástasis estadio IV desde el minuto cero.Tuve la gran suerte de acompañarla excepto los tres últimos meses por circunstancias dramáticas. La enfermedad poco a poco la dejo en una silla de ruedas parapléjica, pero su ánimo, fortaleza y dignidad hasta el final intacta. Un ejemplo para todos para la familia y la sociedad que nos rodeaba en nuestro pequeño circulo. Todas las mujeres con esta situación son un ejemplo de fortaleza. Lo digo por convencimiento, 8 años cada 15/21 días en el hospital de día. Al final un drama, la enfermedad también sorprende a los acompañantes y familiares. Después del fallecimiento no me habla parte de la familia y sufro rechazo de otras personas cercanas. Pero esto es otra historia que no aparece en los lazos rosas. Al final quedan tus recuerdos, lo que compartiste, los miedos, esperanzas, las fortalezas y debilidades. Yo intente ser su protésis para todo lo que ella no podía realizar físicamente. Con mis cansancios y debilidades creo que hizo lo mejor que pude y supe. Aún tengo culpabilidad y sobre todo una gran pena por su despedida. Lo peor es que la vida sigue y ya no esta, y mi pequeño circulo y el de mi mujer espero que la lleven en su corazón.

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    1. fisioort dice:

      Hola Cele. Lo primero de todo acompañarte en el sentimiento. Lamento mucho tu pérdida. Es cierto eso de la culpabilidad. Aunque uno se volcase a veces aparece esa jodida pregunta «pude haber hecho más?», «la cagué en algún momento?».
      Y los cascotes que quedan tras la tormenta. Los enfrentamientos y malos entendidos en la familia… De eso tampoco se habla.
      No sé qué más decirte porque la verdad es que me he quedado sin palabras ya tras la carta y tras leer los comentarios, la mayoría contando que han pasado por lo mismo si bien hay quien me dice que pienso así porque estoy dolida por lo que ha ocurrido. Y yo me pregunto… es que pasando por algo así hay quien no se sentiría dolido?. No sé.

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  29. Una más dice:

    Como persona que ha pasado (y empiezo a pensar que superado) un cáncer de mama, no estoy en absoluto de acuerdo con la carta. Lo del lazo rosa, una mentecatada, eso sí. Contribuye a visibilizar el problema, de acuerdo, pero ha sido instrumentalizado de manera vergonzosa tanto por los que lo usan como elemento de mercadotecnia para vender p ej compresas -que de todos modos no iba a comprar porque me quedé menopaúsica con la primera tanda de quimio 😞- como por aquellas personas que reparten lazos sonriendo mientras recortan tratamientos por considerarlos caros.
    Tengo que decir bien alto que durante los dos años largos de tratamiento, que han incluído quimioterapia, cirugías varias (hablas de mastectomía? imagina que te quitan las dos!) radioterapia y rehabilitación, lo que destacaría por encima de todas las cosas ha sido la inmensa empatía de toda la gente que ha participado en el proceso. Nunca agradeceré lo bastante la amabilidad, la paciencia y la sinceridad de todos, desde mi oncóloga y el cirujano, hasta la señora de la cocina del hospital. Es impagable el apoyo de tu pareja a tu lado en todas las tandas de quimio, de tus amigas obligándote a arreglarte para salir a tomar un vermút y organizando un blog para tenerte entretenida, de tus hermanas siempre pendientes, de tus padres serios y pesarosos, de tus compañeros de trabajo.
    Es verdad que encarar con ánimo la enfermedad no modifica el pronóstico, pero cambia totalmente la vivencia. Agobiarse por ejemplo por perder el pelo cuando es el precio a pagar por curarte o prolongar tu tiempo de vida, me parece que no conduce a nada salvo a enrocarse en la enfermedad y en la propia desgracia, y lo digo desde el respeto porque sé que hay gente que sufre muchísimo por cosas como ésa, pero pienso que es una forma de autocastigarse más.
    Lo otro que os sucedió? Siempre hay gente estúpida por el mundo, gurús, sabelotodos, imbéciles… pero hay que convivir con ellos en la salud y cuando se está enfermo también. El factor humano siempre está ahí.
    Nunca participo en ningún acto del lazo rosa, me siento ajena a todo ese folclore, no soy una valiente, no tomé decisiones, no influí en nada en mi tratamiento, sólo resistí, aguanté el temporal esperando que escampara. Y mientras llovía, estaba toda mi gente, todo mi entorno, toda la estructura sanitaria, todo lo que me rodeaba, haciendo de paraguas.
    Me sobran las fiestas de los lazos rosas, falta visión para detectar carencias en el proceso, apoyo institucional para asistir a las mujeres que no tienen la suerte que he tenido yo durante la enfermedad, para ayudar a recolocar a las mujeres con secuelas tras el tratamiento que les impiden reincorporarse a su trabajo y me falta la visión de una sociedad que se calza un lazo rosa en la solapa y va a votar a aquellos que privatizan la sanidad, que no invierten en educación, que condenan al destierro a los investigadores o les pagan una miseria y dejan en el paro a las enfermas de cáncer de mama o de lo que sea o les obligan a retornar a su actividad profesional sin estar totalmente recuperadas.
    Esto iba de una cosa y me ha salido otra, pero ésa es mi vivencia.
    Estoy curada? No lo sé, pero si no lo estoy, lo que espero es que se investigue y se proporcionen recursos. Y no pienso ponerme el lazo, coño!

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    1. fisioort dice:

      Ciertamente del personal sanitario (salvo de aquella enfermera y de que lo grave llegó en navidades y los cuidados paliativos llegaron demasiado tarde) no tenemos queja. Y si la hay seguro que puedo culpar muy directamente a la saturación por la falta de personal, a la demora en el diagnóstico y la cirugía. En nuestro caso sobre el apoyo familiar casi que prefiero no hablar. Sólo mencionar que gente importante no estuvo a la altura.
      Leyendo tu comentario querría comentar algo que olvidé decir en el email a Mónica y que me parece muy importante.
      Mi hermana Marta era trabajadora autónoma. Dos años antes de enfermar, debido a la crisis económica, dejó de cotizar ya que la empresa no sacaba suficiente como para cubrir los gastos. Como digo a los pocos años de dejar de ser autónomo, enferma. Tres años de enfermedad hasta que todo acaba. Siendo joven y por tanto habiendo tenido cotizados pocos años (no los suficientes) sus hijos no tienen derecho a ningún tipo de pensión puesto que ella llevaba años sin cotizar (los 3 últimos debido a la enfermedad… porque aunque estuvo «curada» 1 año, estaba débil por el tratamiento y me supongo que en parte también por la metástasis que aún no había dado la cara y, seamos realistas, ¿alguien va a contratar a una mujer con pañuelo en la cabeza, sin cejas y en los huesos?.
      Pues así es esto: si has tenido la gran suerte de pillar la crisis siendo autónomo joven y has dejado de cotizar, has enfermado y no has vuelto a recuperarte, los hijos, menores! no tienen pensión.
      Y así todo.
      Por eso el lazo es hipócrita. Debería servir para concienciar y educar, no para banalizar y hacerse selfies.

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  30. Carlos dice:

    Mi más sincero pésame Olga, tan solo atino a soltarte cuatro pensamientos:
    Primero, has hecho por tu hermana todo lo que has podido, sólo faltaba que encima del sufrimiento tuvieses que tener la sonrisa permanente.
    Segundo, muchísima gente te ha fallado, con y sin lazo, eso ya no tiene remedio, de algunos vas a pasar de por vida, con otros convivirás pero ya nada será lo mismo, pero si ha habido alguien que te ha sorprendido positivamente, no le dejes escapar.
    Tercero, entiendo a Olga cuando habla de las palabras vacías que la gente le decía, seguro no eran solo palabras vacías, iban acompañadas de miradas vacías.
    Cuarto, me alegro que no perdones a la socorrista ni a la enfermera, nunca debes perdonarles.

    Mucho ánimo, mucha fuerza y enhorabuena por tu sacrificio, seguro que tienes mucho que ayudar y cosas que sufrir y muchas que disfrutar.

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    1. fisioort dice:

      Me he dado de alta aquí porque tenía que darte las gracias por tu mensaje, Carlos.
      En el camino encontré a algunas (pocas) personas que se quedaron a aguantar el chaparrón y como bien dices a esas no las dejaré escapar.
      Un abrazo

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  31. Drakenhof dice:

    Yo si disculparía a todos esos cobardes. Porque la gente es así y no puede evitarlo; no les gusta hacer frente a la realidad cuando esta se convierte en una verdadera mierda, no quieren que nada les rompa su idílico mundo rosa. Se ven incapaces de afrontar la realidad, y la niegan escudándose en eslóganes y filosofía barata de libro de autoayuda. En el fondo lo saben, que las cosas no son como cuentan en los anuncios y campañas, pero les da miedo. Y todo el mundo tiene miedo. Unos lo reconocen y lo afrontan, y otros lo niegan y se apartan de aquello que les da miedo. A muchos les basta y les sobra con sus propios problemas y miedos, no tienen la fortaleza necesaria para soportar la de otros. ¿Puedes culparles por ser cobardes? Solo si dices que tú nunca has tenido miedo. Y estarás mintiendo entonces.

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    1. fisioort dice:

      Pues sí… Hablando hoy con una psicóloga y leyendo algunas cosas entiendo que el «no te preocupes» lo que esconde es una incapacidad de mucha gente para gestionar la gravedad de algo (y por tanto con esa frase se mantienen en su zona de seguridad en la que la gente joven o cercana no enferma ni muere). Es un mecanismo de supervivencia o algo así. Quizás el mensaje del lado rosa se ha terminado prostituyendo. Esta campaña, que debería estar enfocada hacia el diagnóstico precoz, hacia el «explórate el pecho cada mes y acude al médico si detectar algo extraño» y hacia cómo ayudar realmente a alguien con cáncer, cómo hablarle, qué decir, etc.. se ha terminado convirtiendo en una campaña para quitarle importancia a algo que la tiene.
      Todo el mundo de preocupa por una gotera que tiene en casa pero los enfermos de cáncer de debemos preocuparnos por la enfermedad.
      Por qué hay que ser optimista rozando en lo enfermizo y no ser, simplemente, ¿realistas?.

      Tras leer algunos comentarios ya tengo un diagnóstico para mi: he escrito esta carta porque estoy dolida. Porque «hay personas que según se levantan ya están buscando algo contra lo que ir». Imagino que estos 4 años de nuestras vidas deberían haber sido los mejores. En fin… Que siento si a alguien le jodió mi carta, pero es mi vivencia y la de mi hermana mayor, mi hermana pequeña y mi madre. Y no me la va a discutir nadie. Faltaría más!

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  32. Chesana dice:

    Todo lo contado y más. Tuve cáncer de mama hace cinco años y he tenido que leer el texto con paradas para poder respirar. Ojalá algún día la gente entienda lo que es vivir con caducidad. Gracias por contarlo de esa forma.

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    1. fisioort dice:

      Chesana. Un abrazo gigante de corazón.

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  33. miguel dice:

    Entiendo perfectamente a la mujer de la carta, pero no puedo compartir su amargura y su pesimismo ante una enfermedad como el cáncer. Mi mujer tenía 31 años cuando falleció, y yo, 32. Le diagnosticaron con 29 un cáncer no de esos «que se curan», sino de aquéllos otros que nadie sabe cómo tratar, que se llevan por delante a 9 de cada 10 personas que lo sufren. Estuvo 2 años enteros encerrada en una habitación de hospital, en aislamiento, siempre con mascarilla y guantes, porque una gripe podría ser mortal…

    Y siempre agradecimos cada palabra de ánimo, y cada apoyo, y todos los «tranquila, que de esto se sale». Porque la ayudó en su lucha, porque le dio ánimos cuando lo necesitó, porque ya tenía bastante con lo suyo como para ponerse a su lado destilando pesimismo y presumiendo de cara larga. Y cuando ya no había nada más que intentar y escuchamos la palabra «terminal», vimos películas en un portátil, y escuchamos música, y recordamos nuestros mejores momentos juntos, y reímos, porque siempre decía que le encantaba lo tonto que yo era, y por supuesto lloramos mucho, porque sólo quien pasa por algo así sabe lo que se llora. Pero intentamos que las lágrimas fueran menos que las risas, porque si tenían que ser nuestros últimos momentos juntos, pues que fueran buenos. Que ella ya tenía bastante.

    Sufrimos mucho, pero me quedó la tranquilidad en el alma de haber hecho todo lo posible, de haber hecho su infierno más llevadero, y por no haber pasado ni una a los majaderos. A la enfermera desagradable e incompetente, que también mi mujer la sufrió, la eché a patadas de la habitación por saltarse el protocolo de aislamiento dos veces, y presenté queja en la dirección, y celebré por todo lo alto que la largaran a la calle. Y a la magufa que dijo curar el cáncer, y que me reprochó darle medicinas venenosas, la llamé tarada y la mandé a tomar por culo, con todas las letras. No me callé ni me tragué nada; tan sólo el amargo e inevitable final.

    Siempre tuve claro que la gente no quiere escuchar desgracias, y que sólo se apuntan a las fotos y las verbenas de tortilla gratis, y por eso no busqué a nadie que me escuchara, ni lazos, ni paripés. Me apoyé sólo en gente que nos quería, y que demostró estar a la altura. Bien o mal, lo hice lo mejor que supe, y por eso jamás tuve rabia en mi interior, tan sólo mucha pena.

    Ahora sólo queda superarlo, y que queden sólo los buenos recuerdos. Valor, y mucha suerte.

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  34. alfredog17 dice:

    Desgarrador. Brutal. Pero es la vida misma. Solo nos acordamos de tal enfermedad en el día mundial de tal enfermedad. Es cierto que sirven para concienciar y dar a conocer. Pero lo que peor me parece es la hipocresía en dos detalles que me ha dejado el post: 1. Que la gente niega que vayan a salir las cosas mal; 2. Que al final uno afronta las cosas solo. Mucha marca, much lazo rosa, pero nadie te va a ver después en un día malo tras la quimio o por cualquier cosa. Muy necesario este post.

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  35. armandobastida dice:

    Así es la gente con todo. No todos, pero sí una gran mayoría. Es lo que arrastramos desde las infancia: la absoluta incapacidad de explicar las cosas malas que nos pasan (porque cuando eramos pequeños no nos dejaban llorar ni quejarnos) y, en consecuencia, de escuchar a los demás sus cosas malas.
    No toleramos el dolor, no lo sabemos gestionar, no los aceptamos en los demás, nos molesta, y preferimos ver una sonrisa que podría ser falsa a una lágrima. Por eso todo se minimiza: el cáncer, el aborto, el bebé que nació sin vida y mejor antes que tarde, etc.
    Y si sucede, pues se busca la explicación más plausible, la que no demuestre que en la vida pasan cosas terribles y debemos aceptarlas para poder acompañar a quien las sufre. Esa absurda explicación que culpe al que lo padece: el cáncer fue culpa tuya, el aborto es porque no querías a tu hijo, etc. O oye, son cosas que pasan, ya lo superarás rápido. Que esa es otra, la vida sigue, dicen, cuanto antes lo superes mejor. Todo para que no les cuentes tus problemas.

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  36. Trinidad Villarroya dice:

    Que difícil es muchas veces ponerse en el lugar del otro. Es posible que haya mucha hipocresía por parte de alguna «gente» con la utilización del lazo o con otras muchas cosas, pero pienso que la mayoría cuando pregunta por la evolución del tratamiento y dicen «anímate, no te dejes vencer, se que es difícil pero échate cuatro lloros, pega cuatro gritos y sigue adelante, la medicina y la ciencia avanza a pasos agigantados y muchísimos casos se superan…» Cuando alguien te dice algo así, lo único que pretende es darte todos los ánimos del mundo e intentar que no te dejes morir. Quizás no sea muy acertado pero, ¿qué otra cosa se puede decir? «Anda corazón que lo tienes claro, prepárate porque conozco muchos casos no superados» Pues no, nadie puede ni debe decirte eso. A mi le lo dijo una persona cuando le comenté el diagnóstico de cáncer de mi padre y fue lo peor. Nunca lo he olvidado. Yo entiendo la rabia, la impotencia y la desesperación, porque yo la he vivido, pero cuidado con no ser injusto con quienes se te acercan con la mejor intención intenta animarte.

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  37. Rebeca dice:

    Me sumo a tu dolor y mi más sincero pésame.
    Suscribo tus palabras. Parece que en esta sociedad minimizar hace que desaparezca la carga, ya sea enfermedad, problemas económicos o físicos.
    Siento de corazón la poca empatía que os habéis encontrado en el camino. La sociedad se está volviendo más egoísta y antipática y no se da cuenta de que somos seres sociales. Nos necesitamos unos a otros!!.

    Te envío el mayor abrazo del mundo.

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  38. Hola Olga:
    Muchas mujeres han muerto con cáncer de mama, y algunas llevaron un lazo rosa. Cada una de ellas y cuantos las aman dan sentido a este gesto. Con todo, esos gestos no valen más que una sóla lágrima en la despedida.

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  39. Manuel Comesaña dice:

    Suscribo íntegramente la carta. Solo me permitiría sugerir que quizás hubo un tiempo sin lacitos rosas en que la situación de un canceroso terminal era peor. Lo bueno de los años es que se recuerdan cosas que se pueden contrastar con la actualidad. Mi memoria abarca unos 60 años y de los inicios recuerdo las historias que me contaba mi padre (médico rural) del horrible sufrimiento, del dolor terrible que solo se podía paliar con inyecciones frecuentes de cloruro mórfico. Aunque pueda parecer anécdota, no he olvidado el pequeño ventilador que le llevó mi padre a una de aquellas enfermas para aliviar el calor de una habitacion triste y mal ventilada y que terminó quemándose poco antes de que la enferma falleciera.
    Todo esto debería llevarnos a los médicos a una postura de humildad y también de desazon ante nuestra poquedad. Al igual que los lazos rosas habría que cuestionar ciertas actitudes triunfalistas y de autocomplacencia.

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  40. Los putos seguidores de la bioneuromeción ya se pueden ir a la m****a…

    Luego están los que hacen pasar al pobre enfermo por todo tipo de torturas religiosas, niños que son llevados a soportar misas de m****a y sanadores de m****a que luego cuando muere dicen «Dios se lo ha llevado a su lado, era un ángles». Su p**a madre.

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  41. Ay, mi hermana, mi única hermana murió de cáncer de mama. Le duró la enfermedad tres años. Falleción en 2009 y a mí me duele como si fuera ayer. Durante su enfermedad, también murió mi madre. Era diábetica y el disgusto le volvió loca los niveles de azúcar y no lo pudo resistir. Suscribo cada una de las palabras que dices. Eso de que era un problema interior no resuelto, me lo han dicho a mí también. Y me tuve que ir de una manifestación el día del cáncer de mama viendo como una política que recortaba derechos a las enfermas estaba repartiendo globitos rosas. Hoy , lo que hago es colaborar con la asociación española contra el cáncer. Divulgando y con dinero, para que investiguen. Lo del lacito rosa, pues sí. Hay que gente que se la pone con buena voluntad. Pero no se enteran. En fin. Que es verdad que el estado de ánimo mejora afrentar una enfermedad. Pero claro, mi hermana me decía ¿Todo me tiene que pasar a mí? es duro, muy duro. Me sigue doliendo, como si fuera ayer. Un abrazo

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  42. Reblogueó esto en Ciudadano Saboridoy comentado:
    Ay, mi hermana, mi única hermana murió de cáncer de mama. Le duró la enfermedad tres años. Falleción en 2009 y a mí me duele como si fuera ayer. Durante su enfermedad, también murió mi madre. Era diábetica y el disgusto le volvió loca los niveles de azúcar y no lo pudo resistir. Suscribo cada una de las palabras que dices. Eso de que era un problema interior no resuelto, me lo han dicho a mí también. Y me tuve que ir de una manifestación el día del cáncer de mama viendo como una política que recortaba derechos a las enfermas estaba repartiendo globitos rosas. Hoy , lo que hago es colaborar con la asociación española contra el cáncer. Divulgando y con dinero, para que investiguen. Lo del lacito rosa, pues sí. Hay que gente que se la pone con buena voluntad. Pero no se enteran. En fin. Que es verdad que el estado de ánimo mejora afrentar una enfermedad. Pero claro, mi hermana me decía ¿Todo me tiene que pasar a mí? es duro, muy duro. Me sigue doliendo, como si fuera ayer. Un abrazo

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  43. Alvaro Pemartin dice:

    Sin putas palabras, jefa. Así me que quedao..

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